Por James
Tan largo como su título lo sugiere, el DRIEM es la caída de la humanidad y las ataduras que la retienen en el mundo material. Dentro de la región del plexo solar del instrumento humano se localiza el módulo DRIEM del SMH. Esto es un poco complicado porque tienes que mirar al SMH como la red central, y luego están los nodos o los implantes que se conectan a él. Uno de ellos es DRIEM, y si bien se ancla en el plexo solar, es una intrincada red que se desarrolla exponencialmente hacia las regiones superiores, alcanzando al corazón, cuello y regiones de la cabeza. Esta es una estructura etérica que recoge, absorbe y distribuye el miedo, la ansiedad, el estrés, y la inquietud.
Mientras es el temor al futuro el que domina este módulo –desde la perspectiva de la programación- Anu tuvo la precaución de conectarlo al miedo primitivo a la muerte y la no-existencia. El DRIEM crea gran parte de la disfunción en la familia humana en términos de las deficiencias en su comportamiento. También activa en los humanos el deseo de servicio a través de las religiones y del camino espiritual. (*)
Tan largo como su título lo sugiere, el DRIEM es la caída de la humanidad y las ataduras que la retienen en el mundo material. Dentro de la región del plexo solar del instrumento humano se localiza el módulo DRIEM del SMH. Esto es un poco complicado porque tienes que mirar al SMH como la red central, y luego están los nodos o los implantes que se conectan a él. Uno de ellos es DRIEM, y si bien se ancla en el plexo solar, es una intrincada red que se desarrolla exponencialmente hacia las regiones superiores, alcanzando al corazón, cuello y regiones de la cabeza. Esta es una estructura etérica que recoge, absorbe y distribuye el miedo, la ansiedad, el estrés, y la inquietud.
Mientras es el temor al futuro el que domina este módulo –desde la perspectiva de la programación- Anu tuvo la precaución de conectarlo al miedo primitivo a la muerte y la no-existencia. El DRIEM crea gran parte de la disfunción en la familia humana en términos de las deficiencias en su comportamiento. También activa en los humanos el deseo de servicio a través de las religiones y del camino espiritual. (*)