Nutrición de la Vida



La vida, en esta definición, es la realidad soberana del individuo. Es subjetiva e impactada por el instrumento humano. La vida es la totalidad de la experiencia que fluye más allá del campo de percepción del individuo en la dimensión del ahora.

Nunca hay una clausura a la vida o un capítulo final escrito. Es eterna, pero no en el sentido abstracto de nunca terminar o empezar, sino más bien en el sentido real de que la vida siempre se está expandiendo para expresar la Inteligencia de la Fuente en todos los campos de vibración dentro del Universo de la Totalidad.

La nutrición de la vida es el principio de que un individuo está en alineación con la expansión natural de la inteligencia inherente dentro de toda vida. Esa es una alineación que realza la vida-energía que fluye más allá del individuo con el claro propósito de suave apoyo.

Es la acción de identificar el propósito más elevado en todas las formas de energía y apoyar el flujo de esta energía hacia su expresión final. Haciendo esto, la acción es realizada sin juicio, análisis o apego a su resultado. Es simplemente alimentar la energía que fluye desde todas las manifestaciones y apoyar su expresión de vida.

Esto es una separación de la percepción normal de que el apoyo nutritivo solo puede ser otorgado cuando la energía está en alineación con la voluntad personal. Sin embargo, cuando el individuo puede ver la vida como una energía integrada fluyendo en la expresión de la inteligencia en expansión, la vida es honrada como una extensión de la Primera Fuente. 

En este contexto, no hay energía que sea mal dirigida o no merecedora de ser apoyada y nutrida.

Mientras que esto pueda parecer contrario a la evidencia de energía abusiva en Terra-Tierra, incluso la energía que está llena con “intención malvada” es no obstante energía que está fluyendo exteriormente en búsqueda de una expresión más elevada.

Todas las formas de energía pueden ser alimentadas y apoyadas hacia su más elevada expresión, y esta es la acción fundamental de este principio.

Requiere la habilidad de percibir el motivo causal y la expresión final de la vida-energía conforme pasa a través de la realidad soberana del individuo.

La energía es un elemento de vida que está tan sutilmente entrelazada con la forma que son uno; muy similar a la forma como el espacio y el tiempo están inseparablemente vinculados en unión. La Energía es un motivo. Es inteligente más allá de la habilidad de razonar de la mente. Mientras que es una fuerza que puede ser sujeta a aplicaciones humanas que niegan su expresión más elevada, la energía siempre está impregnando la vida con el motivo de expandir y evolucionar.

La energía-vida está siempre en un estado de convertirse en.

En su estado natural nunca está estática o es regresiva. El instrumento humano es muy capaz de nutrir esta expansión natural de la energía para forjar nuevos canales de expresión y experiencia. De hecho, el propósito primario del instrumento humano es expandir la vida-energía que circunda su realidad soberana dentro de la existencia física y convertirla en nuevos niveles de expresión que reflejen más exactamente la perspectiva del Soberano Integral.

Hay muchas acciones específicas que pueden realizarse para nutrir la vida.

Cada entidad está, en cierto sentido, programada dentro de sus Códigos de la Fuente para transmutar energía mediante una tremenda variedad de medios.

Trabajando por medio del instrumento humano, la entidad es capaz de reunir y almacenar energía dentro del instrumento humano y redirigir su propósito o aplicación. La transmutación de la energía puede ocurrir tanto en niveles de expresión personal o universal. Es decir, en el interior de la realidad soberana de un individuo, la energía puede ser transmutada para conformar una visión de bienestar personal, o alineada con una visión de bienestar universal y buena voluntad.

Uno de los mejores métodos de transmutación de energía es mediante el sistema de creencias de uno. Todas las creencias tienen sistemas de energía que actúan como cámaras de nacimiento para la manifestación de la creencia. Dentro de este sistema de energía hay corrientes que dirigen la experiencia de la vida. 

El instrumento humano sabe de estas corrientes consciente o inconscientemente, y les permite a ellas que lo lleven a uno dentro de la esfera de experiencia que ilustra su verdadero sistema de creencias.

Al cultivar creencias que expanden y transforman energía, el instrumento humano es capaz de emplear sistemas de energía que nutren la vida en todas sus innumerables formas.

Cuando las creencias están claramente definidas como estados de ser preferidos, el sistema de energía está participando en el ahora —no en algún tiempo futuro. En el ahora. El sistema de energía se vuelve inseparable del instrumento humano y se trenza dentro de su espíritu como una hebra de luz.

La claridad de la creencia es esencial para emplear el sistema de energía de la creencia, y para permitir que la nutrición de la vida prevalezca en todas las actividades.

Así una vez más, la nutrición de la vida es crítica tanto para la realidad personal como para la realidad universal dentro del Universo de la Totalidad que contiene todos los campos de vibración que están interrelacionados como hebras de un tejido infinitamente expansivo. De este modo, a medida que el individuo se despierta a su poder creativo para transmutar energía y enriquecerla con la clara intención de suave apoyo, se vuelven transmisores de la Realidad de la Fuente y arquitectos del modelo de existencia de síntesis.




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