Las Seis Virtudes del Corazón

Por James

Experimentar el Ser como el Soberano Integral y expresar esta conciencia mientras se está en el instrumento humano, requiere que te centres en las Seis Virtudes del Corazón dentro de tu universo local –los pasajes de tu vida en los cuales te mueves físicamente y los apliques sin cesar. La clave para la realización es una directa, sobria, veraz evaluación de tus comportamientos y aplicar las Seis Virtudes del Corazón a los comportamientos que se han transformado en expresiones de tu auto-engaño y deshonestidad. (*)


He resistido la tentación de definir las seis virtudes del corazón en detalle, pero voy a proveer un punto de partida para su definición para que puedas bordarlas de acuerdo a tu propia experiencia y comprensión.

Agradecimiento: A niveles sutiles, esta virtud está focalizada sobre una conciencia específica, que la Primera Fuente rodea a nuestros semejantes como un campo de conciencia y que este campo de conciencia nos unifica. Si estamos unificados,  operamos como una conciencia colectiva a un nivel más profundo y en este lugar, compartimos un propósito común que es ricamente texturizado, supremamente vital y aún, misterioso, dinámico e incierto. Esta conciencia, o incluso creencia, cambia nuestro foco de los pequeños detalles de nuestra vida personal hacia una visión de nuestro propósito como especie.

En un nivel más práctico, la apreciación se expresa a sí misma en los pequeños gestos de gratitud que soportan la lealtad y unión de las relaciones. Los niveles más profundos de apreciación hace a las expresiones de nivel relativamente superficiales, genuinas porque descienden  de frecuencias del alma en vez de motivos del ego o la mente.


Compasión: Muchos maestros han hablado elocuentemente acerca de la compasión como una conciencia profunda del sufrimiento de otro, acompañada del deseo de aliviar ese sufrimiento. En el contexto de la nueva inteligencia que está tomando lugar en nuestro planeta, la compasión es un deseo activo de asistir a otros a alinearse con los nuevos campos de inteligencia que se están manifestando en el mundo tridimensional, conscientes de que sus deseos y habilidad para alinear está distorsionada por su adoctrinamiento social; no refleja fielmente su inteligencia, inclinaciones espirituales o propósito.

El planeta sobre el que vivimos es una inteligencia en sí mismo. Es tanto físico y tiene estructuras energéticas de muy alta frecuencia como nosotros. Está cambiando de la 3ra dimensión a la más elevada 4ta dimensión y ha estado planificando esto antes de que la humanidad haya sido sembrada sobre el planeta. Es parte de un ciclo evolutivo de sistemas planetarios para transmutar las densidades acumuladas de una dimensión antes de pasar a una red dimensional más alta.

La compasión, por consiguiente, se extiende tanto a nuestros semejantes y al planeta en sí mismo con la realización de que somos parte del destino del otro, al menos por un solo tiempo de vida. Planeta y persona bailan en la corriente ascendente de la Primera Fuente en un colaborativo proceso de regeneración y renovación. Todos somos parte de las oberturas misteriosas y trascendencia energética que está ocurriendo entre la tierra y el universo, y mientras la tierra transforma sus densidades acumuladas, cada uno de nosotros será desafiado a transformar las propias o volverse aún más sumidos en los miedos y confusión emocional.

Somos privilegiados de ser parte de la estructura planetaria ascendente del espíritu nutriente de la tierra e importancia universal. Ahora hay sobre la tierra una increíble diversidad de seres cósmicos enfundados en instrumentos humanos, pero aclamados desde increíbles sectores del cosmos. Estamos aquí para presenciar y soportar esta trascendencia de la tierra por encima de las densidades y acarreos de la inteligencia tridimensional y sus artefactos. Estamos aquí para acelerar nuestro crecimiento espiritual en un orden rara vez alcanzado en otro lado del multi-universo. Este es un regalo de la tierra para aquellos presentes en el planeta en este tiempo y, en pequeña medida, el motivo para nuestra compasión.

Perdón: El perdón opera bajo la premisa de que cada uno de nosotros está haciendo lo mejor que puede bajo las circunstancias de nuestra experiencia de vida y el grado en que nuestra frecuencia de amor satura nuestro instrumento humano. Cuando una persona opera desde las virtudes del corazón y de las ricas texturas de sus auténticas frecuencias, el perdón es un estado natural de aceptación.

Cuando una injusticia percibida entra a nuestra experiencia, sin importar cuán significante o si nos percibimos a nosotros mismos como la causa o el efecto, podemos inicialmente reaccionar con las filosas emociones de enojo o víctima, pero este desorden y distorsión emocional puede ser rápidamente transformado experimentando entendimiento.

El perdón es la expresión visible del entendimiento y compasión sin los pesados sentimientos de dualidad (bueno o malo) que típicamente introduce la presencia del juicio. Es una expresión neutral sin diseño ni propósito otro que aliviarse uno de las garras del tiempo, que es similar a las arenas movedizas energéticas, enrollándote energéticamente a un estado emocional basado en el tiempo.

Humildad: El alma expresa las frecuencias de Amor derivadas de la Primera Fuente. Es su propósito más importante, mientras encarnada dentro del instrumento humano, hacer circular esta delicada, sublime frecuencia de amor hacia el instrumento humano. No es de sorprender que encuentre en el corazón a un colaborador más voluntarioso que la mente. La humildad es la toma de conciencia de que el corazón, mente y alma se entremezclan en la gracia de la Primera Fuente. Que su propia existencia se apoya a través de la dispensación de amor de la Primera Fuente tan certeramente como un árbol es sostenido por la luz solar.

En los materiales religiosos, psicológicos y filosóficos de nuestro planeta, hay gran consideración dada a la mente. Así como piense el hombre, será. A nivel más granular, mucha gente cree que lo que piensa causa sus sentimientos, los que a cambio crean su racha vibratoria y esta racha vibratoria atrae sus experiencias de vida. Así, aplicando esta lógica, la forma de atraer buenas cosas en nuestra vida es pensar correctamente, a fin de no atraer dificultades o el mal.

La humildad entiende que el ser que te representa, tu identidad más completa, no está constituida como una cadena de reacción de la mente. Más bien, es la presencia del amor encarnado en forma humana y este amor se expresa a sí mismo en las virtudes del corazón, el intelecto puro de la mente contemplativa y los fines co-creativos del corazón, mente y alma. La humildad es la expresión de esta frecuencia de amor sabiendo que deriva de lo que ya existe en una dimensión más elevada, y en esta dimensión el amor no es una cosa de pesadez sentimental y emocional. Es una fuerza liberadora que actúa acorde al arquetipo de la Primera Fuente: Todo es Uno. Todo es Igual. Todo es Divino. Todo es Inmortal.

Entendimiento: El mundo de la forma, así como los mundos sin forma, está compuesto de estructuras energéticas detrás de su expresión más densa. En un sentido real, todo en el multi-universo es energía con una incalculable vida útil basada en la energía. La energía es transformacional; esto es, que puede alterar o cambiar a otros estados de ser o, en el caso de los humanos, consciencia. La estructura energética humana frecuentemente se describe como el sistema de chakras o cuerpo electromagnético, pero es más que esos componentes. La estructura energética es una forma de luz que, a cambio, es una textura de amor divino.

Es un hecho el que estemos compuestos de amor en el núcleo de nuestra estructura, y es esta frecuencia de amor la base de nuestra consciencia inmortal o alma. Todas las densidades más bajas son sombras de esta luz y operan en el tiempo y el espacio, el que provee una funda de densidad y separación de este núcleo de frecuencia de amor. Los mundos de tiempo y espacio alteran o diluyen esta conexión que sentimos con el núcleo de la estructura energética del cual estamos todos compuestos.

Aquí yace la paradoja de ser humano: nuestra estructura más profunda es amor divino y nuestra estructura más externa es un medio para la experiencia de la estructura más interna, pero nos hemos insuflado por el vehículo exterior al grado de identificarnos con él más que con su ocupante, nuestro verdadero ser, interior.

Todos sentimos esta disociación con nuestro verdadero ser y una sobre identificación con nuestro vehículo (instrumento humano); quizás hay una pequeña diferencia en grados entre nosotros. El entendimiento es el aspecto de la inteligencia del corazón que reconoce que esta disociación de la frecuencia de amor es un componente de diseño necesario del diseño mayor que está sucediendo sobre el planeta. En otras palabras, no es que la humanidad haya caído de la gracia o que esté inclinada hacia el pecado en forma irrevocable. Más bien, simplemente hemos aceptado la imagen de la realidad dominante y su dominancia no es por accidente sino por diseño de la Primera Fuente.

Hay una frase bien conocida dentro de Lyricus que  traducida dice:

“La elegancia del tiempo es que revela las estructuras de espacio que han sellado el amor de sí mismo”. 

Las estructuras del espacio, en este caso, se refiere al instrumento humano. Sólo el tiempo puede romper las rígidas barreras o membranas sutiles que impiden o disminuyen a las frecuencias de amor de ejercer su sabiduría en las conductas del individuo.

Si el tiempo es la variable de importancia, es dable razonar que cada uno está en su camino a esta realización, es simplemente una cuestión de tiempo antes de que pueda ser alcanzado. Así, el tiempo es el diferencial que nos separa. En un sentido, estamos todos cambiados en el tiempo el uno del otro. Nadie opera en exactamente el mismo tiempo relativo a abrir su frecuencia de amor del mundo de la forma.

Darse cuenta de esto te ayuda a entender la relación de unidad con realidad, y en este darse cuenta eres capaz de acelerar el tiempo para ti mismo y aquellos a quienes toca tu vida. Es el verdadero propósito y noble definición del viaje por el tiempo.

Valor: Mientras que valor se usa generalmente en el contexto de una guerra o un campo de batalla, está, como un elemento de amor, vinculado con el acto de decir la verdad con poder, especialmente se comete una injusticia. Es común en el orden social de hoy, pretender ignorancia sobre las injusticias de nuestro mundo. La auto-absorción en el propio mundo es una amenaza clave que socava la expresión del valor, y el miedo a las consecuencias es la otra.

Los individuos que temen a las consecuencias al señalar una injusticia, no comprenden la fuerza co-creativa de la Primera Fuente. Cuando operas como un co-creador, estás siempre vigilante al incremento o repentino inicio de injusticias como se mide en el orden social. Si no defiendes tus virtudes, o aquellos muy débiles para defender las propias, te has separado de ellas y has perdido una oportunidad de ser una fuerza co-creativa en el mundo de la forma.

Esto no significa necesariamente que debes convertirte en un activista o abocarte a una lista de causas sociales. Esto simplemente requiere que te defiendas de la injusticia. Los niños en particular necesitan de esta protección. Cuando tenía cerca de siete años, recuerdo vívidamente ir a una tienda con mi padre y mientras caminábamos desde el estacionamiento para entrar, vimos a una madre literalmente golpeando a su hijo en el asiento trasero del auto. Era un sábado movido y había mucha gente en el estacionamiento, pero fue mi padre el que se acercó a la mujer y le pidió que se detuviera. Su voz era firme en su convicción y la mujer inmediatamente se detuvo. Ese fue un acto de valor porque no había un juicio real asociado a ello, era simplemente una injusticia que requería intervención en el momento.

Compasión por ambos, la madre y el niño, estaba presente en mi padre y supongo que la madre supo eso. Este es un ejemplo de cómo las virtudes del corazón rara vez aparecen aisladas, sino, más bien como un ensamble que las teje para dar fuerza y potencia a una situación dada. (*

"Las virtudes del corazón, cuando son coherentes dentro de un individuo, o dentro de un grupo de individuos, pueden producir resultados que son extraordinarios y aparentemente supernaturales. Esto requiere que tanto los niveles tácitos o implícitos (la fuente interna) de las virtudes del corazón y de sus acciones equivalentes (acciones/comportamientos) sean coherentes. Coherente, en este caso, significa conectado en autenticidad y sinceridad." (*)   




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